lunes, septiembre 10, 2007

SU SANTIDAD DALAI LAMA...


Mi religión son el amor y la compasión, porque estas son las cualidades que todos necesitamos. Sigamos o no una tradición religiosa, la compasión y el amor son apreciados por todos los seres humanos sin excepción. Nuestro objetivo no consiste en crear nuevos budistas, sino en dar nacimiento a seres iluminados. Cuando enseñéis budismo, no animéis a la gente a que se haga budista, animadla a cultivar en su interior las cualidades del amor, la compasión, la responsabilidad universal y la sabiduría.
—XIV Dalái lama Tenzin Gyatso

jueves, junio 21, 2007

Carta al templo de Alden ...


Carta al templo de Alden
La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales, que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad. En el templo de Alden, los Maestros sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luz amarilla, azul y roja. Estos tres colores primarios sirven para hacer visibles en el cuerpo astral las larvas de la enfermedad.
Después de que los Maestros extraen estas larvas del cuerpo astral del paciente, tratan este organismo con innumerables medicamentos. Sano ya el cuerpo astral, el cuerpo físico sanará matemáticamente, porque antes de que enfermasen los átomos físicos de un órgano, enferman los átomos "internos" del mismo órgano. Curada la causa, cúrase el efecto.
Toda persona enferma puede escribir una carta al templo de Alden, y recibirá ayuda de los médicos Gnósticos. La carta debe ser escrita por el interesado, y quemarse luego por él mismo, después de haberse perfumado con incienso, en el propio acto. La carta astral o alma de la carta quemada, irá al templo de Alden. Los Maestros de la sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo. Debemos tener nuestras casas aseadas, tanto en lo físico como en lo astral. Los depósitos de basura están siempre llenos de larvas infecciosas. Hay sustancias odoríferas que queman las larvas o las arrojan fuera de la casa. El frailejón es una planta que utilizan los indios Arhuacos para desinfectar sus casas. Se puede también hacer la desinfección con belladona, alcanfor y azafrán.
Samael Aun Weor. Tratado de medicina oculta.
Curación a distancia
Constantemente me vienen cartas de distintos lugares del mundo, solicitando tales curaciones. Nosotros nos limitamos a la medicina espiritual; indicamos la hora precisa en que pueden concentrarnos, es decir pensar en nosotros, invocarnos. Es claro que nosotros asistimos espiritualmente a los enfermos y algunas veces hasta nos hacemos visibles delante de ellos. Por lo común, los instruimos en el sentido de que enciendan tres fuegos a determinada hora conveniente; les aconsejamos poner un vaso de agua ante estos tres fuegos o lumbres; les insistimos que, después de una media hora de concentración en nosotros, beban el agua.
Es evidente que en esa agua depositamos ciertas substancias que, al ser llevadas al interior del organismo, suelen realizar curaciones maravillosas. En el trabajo de curación cooperan varios maestros tales como Paracelso, Hilarion, San Rafael y algunos otros. No siempre les indicamos concentración específica en Samael. «Yo tengo mucho trabajo»; también les señalamos a cualquiera de los otros maestros con el mismo propósito. Lo importante es que los enfermos tengan fe porque ésta hace milagros; ya como lo dijo el Cristo: «Tened fe como un grano de mostaza y moveréis montañas». La fe es un poder solar maravilloso con el cual se pueden realizar muchos prodigios. Nuestro sistema de curación espiritual no riñe con los doctores; cada cual puede tener fe en nuestros métodos y consultar en el mundo a su médico.
Samael Aun Weor. Más allá de la muerte

lunes, mayo 28, 2007

"LA MADRE DIVINA Y LOS DIOSES SANTOS".


LA MADRE DIVINA Y LOS DIOSES SANTOS
"Virgen madre, Hija de tu Hijo, la más humilde al par que la más alta de todas las criaturas, término fijo de la voluntad eterna, tú eres la que has ennoblecido de tal suerte la humana naturaleza, que su hacedor no se desdeñó de convertirse en su propia obra.
En tu seno se inflamó el amor cuyo calor ha hecho germinar esta flor en la Paz eterna.
Eres aquí para nosotros, meridiano Sol de caridad, y abajo, para los mortales, vivo manantial de esperanza.
Eres tan grande señora, y tanto vales, que todo el que desea alcanzar alguna gracia y no recurra a ti, quiere que su deseo vuele sin alma.
Tu benignidad no sólo socorre al que te implora, sino que muchas veces se anticipa espontáneamente a la súplica.
En ti se reúne la misericordia, la piedad, la magnificencia y todo cuanto bueno existe en la criatura.
Este, pues, que de la más profunda laguna del Universo hasta aquí, ha visto una a una todas las existencias espirituales, te suplica le conceda la gracia de adquirir tal virtud, que pueda elevarse con los ojos hasta la salud suprema.
Y yo, que nunca he deseado ver más de lo que deseo que el vea, te dirijo todos mis ruegos, y te suplico que no sean vanos, a fin de que disipes con los tuyos todas las nieblas procedentes de su condición mortal, de suerte que pueda contemplar abiertamente el sumo placer Te ruego, además, ¡Oh Reina! Que puedes cuanto quieres, que conserves puros sus efectos después de tanto ver; que tu custodia triunfe de los impulsos de las pasiones humanas: mira a Beatriz como junta sus manos con todos los Bienaventurados para unir sus plegarías a las mías"...

(DANTE ALIGHIERI).

LA LEY COSMICO SOLIONENSIUS...


El Cristo Social
CAPITULO LXII.
LA LEY CÓSMICO SOLIONENSIUS.
El gran sabio ruso Jorge Lakoski después de haber estudiado profundamente las manchas solares llegó a descubrir que existe una íntima relación entre éstas y las guerras.
En esta época de cohetes cósmicos teledirigidos se han hecho profundos estudios sobre los rayos cósmicos, y sus influencias sobre la célula viva y los organismos en general.
El mecanismo complejo de los cohetes teledirigidos puede ser controlado a distancia por medio de ondas radio-activas.
Ya no se puede negar la radioactividad de los planetas en el espacio, ni su influencia electromagnética sobre los organismos vivientes.
Existe una ley cósmica llamada Solionensius la cual se ha manifestado en nuestro planeta tierra cuarenta veces después de la sumersión de la Atlántida.
Dicha ley cósmica resulta de la tensión electromagnética de los mundos.
Nuestro sistema solar de ors tiene un sistema solar vecino llamado "Baleoto".
Existe también en el cosmos el famoso cometa Solni que suele acercarse a veces en forma peligrosa al resplandeciente sol Baleoto.
Dicho sol resplandeciente se ha visto muchas veces obligado a desarrollar una fuerte tensión electromagnética para poder mantener con firmeza su sendero cósmico habitual.
Esta tensión como es muy natural y lógico, provoca idéntica tensión en todos los soles vecinos entre los cuales se encuentra nuestro sol llamado Ors.
Cuando nuestro sol Ors se pone en tensión electromagnética con el propósito de no modificar el sendero que lleva, origina idéntica tensión en todos los planetas del sistema solar de Ors, incluyendo nuestra Tierra.
Este es el Solionensius cósmico, la gran ley que actúa en nuestra tierra a muy largos intervalos.
Normalmente esta gran ley produce religiosidad intensiva y anhelo profundo de Autorrealización íntima, pero cuando la humanidad no está preparada psicológicamente para la acción de esta ley, el resultado suele ser catastrófico.
En el año 1917 la mencionada Ley Cósmica se manifestó muy intensamente pero como el proletariado ruso estaba lleno de espantosos resentimientos y amarguras, el Solionensius se combinó entonces en forma anormal y negativa con la psiquis de cada individuo.
El resultado de esa combinación negativa fue la revolución Bolchevique.
Ya hacía tiempos que venía Rusia preparandose psicológicamente para esta revolución sangrienta.
Por el otoño del año 1905 el movimiento revolucionario bolchevique se extendió a todo el país cobrando un impulso arrollador.
Estos Soviets que aparecen por vez primera en 1905, habían de ser el prototipo del poder soviético creado por el proletariado bajo la dirección del partido bolchevique en 1917.
Los Soviets fueron el resultado de una inventiva popular desesperada y resentida.
La revolución bolchevique fue ciertamente el resultado de una pésima combinación del Solionensius con la idiosincrasia psicológica de cada individuo.
Una de las características de esta ley en acción es el anhelo de libertad.
El proletariado ruso sólo sintió este anhelo, pero la combinó con las teorías marxistas leninistas y cayó miserablemente en brazos del materialismo.
Sin embargo hubo en Rusia por esa época de la revolución bolchevique, unas cuantas personas que supieron aprovechar inteligentemente el Solionensius para desarrollar la Razón Objetiva y la autoconsciencia individual.
Por la época de la revolución bolchevique un gran instructor Gnóstico fundó en Rusia una gran escuela de regeneración. Fueron varios los que se Autorrealizaron con dicha escuela.
Han pasado ya muchos años y no sabemos todavía cuando vuelva el Solionensius; lo que sí sabemos es que debemos prepararnos psicológicamente para recibirlo inteligentemente.
Es apenas lógico pesar que si el Solionensius nos encuentra sin preparación psicológica el resultado tiene que ser una catástrofe.
Es bueno grabar en nuestra memoria y no olvidar jamás que la revolución bolchevique fue realmente una gran catástrofe social.
Nosotros debemos aspirar a realizar sobre la tierra el Cristo Social, y por ello, es necesario prepararnos en el terreno espiritual y social lo mejor posible.
Sería lamentable que el próximo Solionensius nos encontrara sin preparación psicológica de ninguna especie.
En el pasado cada vez que se manifestó el Solionensius fue catastrófico cuando la humanidad no estuvo preparada.
Recordemos el viejo Egipto, entre dinastía y dinastía hubo acontecimientos terribles.
Dos veces se manifestó el Solionensius en forma catastrófica en el país asoleado de Kem.
En la primera el pueblo en sangrienta revolución eligió nuevos gobernantes mediante sangre y muerte, el candidato que tuviera entre su vaso sagrado mayor cantidad de ojos pertenecientes a la clase gobernante legítimamente constituida, sería electo nuevo gobernante. Es claro que fueron horribles las escenas de semejante revuelta.
En la segunda manifestación de esta ley cósmica y el pueblo Egipcio enfurecido se levantó contra sus gobernantes y los mató atravesándolos de lado a lado con un cable sagrado y de metal. No se respetó entonces sexo ni edad y aquél cable pareció más bien un collar macabro que después fue arrastrado con bestias y arrojado al Nilo.
No hay duda de que la revolución francesa resultó también de otra manifestación de esta ley cósmica.
La revolución Bolchevique de 1917 fue menos sangrienta si la comparamos con las dos revoluciones de Egipto.
Sin embargo las consecuencias de la revolución bolchevique fueron inmensamente peores debido a la asqueante doctrina materialista de tipo marxista leninista.
Las dos catástrofes sociales producidas por el Solionensius en el viejo Egipto de los faraones a pesar de haber sido más sangrienta que la revolución Bolchevique, no infectaron la tierra con la epidemia morbosa del materialismo dialéctico.
Realmente fue una verdadera desgracia la revolución Bolchevique, no sólo para Rusia sino también para el mundo entero.
El Solionensius produce ansias de liberación, Revolución de la Conciencia pero cuando el ser humano no está preparado, sólo se le ocurre matar a los gobernantes, asesinar a otros, destronar a los reyes, acabar con el gobierno, etc., etc., etc.
Nosotros debemos prepararnos psicológicamente para el solionensius, necesitamos hacernos autoconscientes y realizar sobre la faz de la tierra el Cristo Social.

lunes, abril 30, 2007

" HOY LIBERTAD PARA EL PUEBLO TIBETANO".


¿ DONDE ESTA EL PANCHEN LAMA ?...


Segunda autoridad del budismo tibetano, bajo "custodia" china hace años, cumplió la mayoría de edad¿Dónde está el Panchen Lama?
Mientras los tibetanos exiliados en India piden su liberación, el régimen de Beijing lo retiene desde 1995, cuando, a los cinco años, fue reconocido como la reencarnación del anterior guía espiritual de la nación del Himalaya.
Su nombre no es precisamente fácil, aunque más difícil es dar con su paradero o incluso imaginar sus facciones. Gendun Chökyi Nyima, el niño considerado durante muchos años el prisionero político más joven del mundo, alcanzó la semana pasada la mayoría de edad, bajo custodia china.
No se le ha vuelto a ver desde que, a los cinco años, fue declarado undécimo Panchen Lama - Gran Erudito, y segunda autoridad del budismo tibetano- por el Dalai Lama, Tenzin Gyatso. Una prueba de que aún desde su exilio indio, el Dalai Lama mantenía y mantiene canales de comunicación con el interior de Tíbet, que le llevaron a reconocer en aquel niño pobre la reencarnación del anterior Panchen Lama, fallecido en 1989.
Los chinos, contrariados por el gesto de autoridad del Dalai Lama allende las fronteras, consiguieron que un grupo de lamas y monjes tibetanos se reuniera en Beijing para elegir a otro Panchen Lama entre la lista de candidatos finales. Se llama Gyaltsen Norbu y vive entre los honores oficiales y la indiferencia de la mayoría de los tibetanos, que le llaman el falso Panchen.
Mientras, Gendun Chökyi Nyima fue llevado con su familia a un destino no revelado, dentro de China, sin que se haya vuelto a saber nada de él.
No en vano el Gobierno chino, que había conseguido convertir al décimo Panchen Lama en una figura dócil, no estaba dispuesto a perder esa baza. Además, la existencia de dos Panchen Lama, uno sancionado por la tradición religiosa y otro por el poder político, genera división. Pero sobre todo, del mismo modo que el Panchen Lama es elegido por el Dalai Lama, éste, a su vez, es tradicionalmente elegido por el Panchen Lama.
El miércoles en Dharamsala, donde vive el XIV Dalai Lama y capital del exilio tibetano en India, dos centenares de niños y adultos recorrieron las calles pidiendo la libertad de su Panchen Lama. Desde Washington, la Campaña Internacional por Tíbet manifestaba que las restricciones impuestas a Nyima simbolizan "la crisis de supervivencia de la cultura religiosa del Tíbet".
No obstante, China asegura que el joven "ha sido puesto bajo protección del Gobierno a pedido de sus padres" y que "está creciendo como cualquier otro joven en la China de hoy y lleva una vida libre". En consecuencia, jóvenes de su misma generación, que corrían con banderolas alusivas al Panchen Lama, exigieron en Dharamsala que los chinos respeten su mayoría de edad para que disfrute por primera vez de libertad de movimientos.
Tres de cada cuatro tibetanos en el exilio -120.000- viven en India. Muchos en Dharamsala, en las estribaciones del Himalaya, donde se encuentra el Parlamento y el Ejecutivo Tibetano en el Exilio. Sus representantes llevan años preparándose para el vacío de autoridad que se producirá tras la muerte del Dalai Lama, sin que esté claro quién nombrará a su sucesor -o sucesores-, coyuntura que Beijing no desaprovechará.
Para curarse en salud, los eruditos empiezan a desenterrar casos en los que la reencarnación del Dalai Lama no fue identificada por el Panchen Lama. Asimismo, se ha ido acrecentando la figura de Samdhong Rinpoché, que ha pasado de presidente del Parlamento a presidente del Gobierno en el Exilio, con un gabinete en la sombra.
Y en todo caso, para evitar que otra alma transmigrada sea secuestrada por los comunistas, el Dalai Lama ha advertido que no piensa reencarnarse dentro de las fronteras de la República Popular China - léase en el Tí-bet- si el territorio no goza aún de autonomía.

miércoles, abril 18, 2007

"Tíbet sufre un genocidio cultural"...


ENTREVISTA :
A SU SANTIDAD DALAI LAMA LÍDER ESPIRITUAL DE TÍBET, EN EL EXILIO,
El Dalai Lama, de 71 años, jefe espiritual del budismo tibetano y líder político de Tíbet hasta que tuvo que escapar en 1959 de la ocupación china, es la encarnación de una causa aparentemente perdida: lograr para Tíbet un genuino régimen de autogobierno democrático dentro de las fronteras de la República Popular China. Sería hacer efectivo un derecho que la Constitución china reconoce, pero que Pekín se niega a otorgar a este Nobel de la Paz de 1989 de cuyas intenciones últimas desconfía y al que exige que reconozca Tíbet y Taiwan como partes integrales de China. Pese al distanciamiento, emisarios tibetanos y de Pekín han celebrado cinco rondas negociadoras desde 2002, que la parte tibetana dice que han sido útiles.
Entrevistado en su residencia de McLeod Ganj, en la parte alta de Dharamsala, la ciudad india convertida en capital del exilio tibetano, el Dalai Lama se muestra como un hombre vitalista.
Pregunta. ¿Está Tíbet al borde de la extinción?
Respuesta. En Lhasa vivían 300.000 personas, y hoy, las dos terceras partes de la población son chinas. Con el ferrocarril [a partir de julio de 2006] llegan diariamente unas 4.000 personas, muchas de las cuales se quedan en Tíbet. Está bien que vengan turistas, pero también llegan trabajadores no cualificados que se quedan. Crece la nueva población, y los tibetanos ya son minoría en su propia tierra. En educación se insiste en enseñar el idioma chino, y a los padres se les dice que sus hijos estudien chino. La lengua tibetana se está dejando de usar. Tíbet sufre un genocidio cultural. Tíbet está en peligro de extinción.
P. Sin embargo, usted se dice optimista sobre el futuro, pese a los ataques que le dirigen las autoridades chinas.
R. A las jornadas de enseñanza sobre budismo tibetano de estos días en Dharamsala asistieron alrededor de un centenar de chinos, y en enero me reuní en el sur de India con más de 200. También me he reunido con empresarios y otras personas de la República Popular, muchas de ellas interesadas por el budismo tibetano. Hay tibetanos de Tíbet que enseñan budismo a casi un millón de chinos, incluso a jefes del partido comunista. La libertad de expresión está aumentando en China. Todo eso son señales positivas.La transformación de China producirá cambios, y el liderazgo político no puede seguir siendo el mismo indefinidamente. Al final, la actitud del pueblo será crucial.
P. ¿Cómo puede funcionar un Tíbet autónomo en el que los tibetanos son minoría?
R. El problema es que tenemos visitantes que no han sido invitados. Si su conducta es buena, no habrá problemas. Hay una agresión demográfica que nos preocupa. También nos inquieta el medio ambiente: los ríos llevan menos agua. Pero las autoridades chinas tienen planes para elevar la población de Lhasa hasta los 700.000 habitantes. Dado que no buscamos la independencia, la cultura tibetana será parte de la de China. La enriquecerá.
P. Su plan para una plena autonomía de Tíbet en China, la llamada Vía Intermedia, no parece haber hecho mella en Pekín, y suscita dudas en el propio Parlamento tibetano en el exilio.
R. Como en todo país comunista, en China hay diferencias entre las declaraciones públicas y la verdadera opinión pública. Las cosas están cambiando. Los comunistas chinos son comunistas sin ideología comunista. Yo no tengo nada contra el marxismo. Es bueno para los pobres. Pero los líderes chinos ya no se preocupan de ellos, sólo piensan en el poder y en el dinero, y así no podrán continuar indefinidamente. Por eso crece el resentimiento de la clase trabajadora. Tiene que haber cambios. También es cierto que está creciendo la frustración de los tibetanos en el exilio con la Vía Intermedia.
P. ¿Cuánto tiempo podrá contener esa frustración entre los suyos?
R. A la gente no le gustaba la idea de la Vía Intermedia. Se presentaron cuatro propuestas, hubo un año de debates y al final me pidieron que juzgara cuál era la mejor, y les dije que la Vía Intermedia. Si fracasa, habrá que volver a preguntar a la gente. Somos una democracia y el pueblo deberá pronunciarse. Todavía es pronto para decir que ha fracasado.
P. ¿Perderán los tibetanos la confianza en su liderazgo si fracasa su propuesta?
R. Yo asumí la responsabilidad política a los 16 años. Aunque era Dalai Lama, el regente controlaba la política en Tíbet. Poco a poco voy abandonando la responsabilidad política. En realidad estoy semirretirado de la política desde que en 2001 cedí la autoridad política a los políticos. Actúo ahora con un consejero importante. El Dalai Lama ya no tiene poder.
P. Hace unos días se celebró en su honor la ceremonia especial de Larga Vida porque los tibetanos temen que este año, en que usted cumple 73 según el calendario lunar tibetano, le vaya a resultar particularmente difícil. ¿Qué peligros cree que le acechan?
R. Soy budista y creo que cada acontecimiento tiene consecuencias. Pero no creo en la astrología.
P. Dijo en su intervención de acción de gracias en el templo que esperaba vivir dos décadas más para seguir luchando por la causa tibetana.
R. Sí. Es posible. Tengo buena salud y un espíritu fresco. Puedo aguantar.
P. Se dice que China espera a su muerte para dar carpetazo al conflicto. ¿Podrá hacerlo?
R. Con mi muerte se dará un paso atrás. Será un choque mental y emocional para muchos tibetanos. Pero el espíritu seguirá: la cuestión tibetana es tibetana, no del Dalai Lama. Por eso introduje la democracia y hay elecciones cada cinco años. Yo digo a los tibetanos que deben actuar como si no hubiera Dalai Lama. Deben asumir su responsabilidad. Nuestra lucha es justa y al final ganaremos.
P. A su desaparición se abrirá un periodo de incertidumbre de varios años que puede beneficiar los intereses de Pekín...
R. Tenemos un sistema de elección democrática de los dirigentes políticos que va a seguir. Todos los jefes religiosos están en el exilio en India. Aunque son bastante mayores, hay también gente joven muy cualificada en la vertiente espiritual. Si el pueblo tibetano quiere que el Dalai Lama siga, perfecto, pero la institución del Dalai Lama desaparecerá si el pueblo tibetano cree que no sirve. Llevo años diciendo que debemos volver a la tradición budista de India. Tras la muerte de Buda no hubo reencarnación y el budismo siguió bien vivo. Hubo más de mil años sin reencarnaciones. Necesitamos buenos profesores, buenos practicantes, mentes brillantes... confiar sólo en una persona es un error.
P. ¿Es debatible la reencarnación?
R. Es algo que está en el budismo y otras tradiciones antiguas: es la continuación de la vida. La reencarnación de la institución es más un sistema social. Eso cambiará.
P. ¿No hay demasiados monjes jóvenes que serían más útiles a Tíbet fuera de los templos?
R. En los monasterios pueden trabajar con tecnología. Estamos preocupados por la población, que no crece. Los monjes y las monjas deben asumir la responsabilidad de tener más hijos y dejar los votos para más tarde. Se puede ser budista laico, con mujer e hijos. Y volver al monasterio más tarde.
P. ¿Cómo se acomoda la ciencia por la que usted tanto se interesa con la reencarnación?
R. El concepto de la reencarnación viene del karma, de la ley de la causalidad, que es algo científico. Los científicos dicen que no saben. Yo les digo que eso no es cosa suya, que es una cuestión de los budistas. Los budistas tenemos algunas explicaciones, incluidas algunas experiencias. Es difícil de probar.
P. ¿De qué habla en sus entrevistas con otros líderes religiosos?
R. Siempre hablo de valores humanos de armonía religiosa. Una vez, un primer ministro de Suecia me dijo que el problema de Tíbet era asunto de su ministro de Exteriores, que él quería hablar de espiritualidad. Con Juan Pablo II, desde la primera reunión estuvimos de acuerdo en la necesidad de que hubiera plena armonía entre las religiones, que había que introducir más espiritualidad en la sociedad. También hablé alguna vez con él de Tíbet. Yo siempre digo que hay que estudiar mucho, ampliar la mente, que no es suficiente con rezar y cerrar los ojos. La religión racional sin conocimiento se convierte en religión irracional. Es una lástima.
P. En un mapa recogido a la entrada de su residencia se ve una China con su territorio reducido a la mitad, con Tíbet y Turkestán (la provincia china Xinjiang) como países independientes. No es de extrañar que en Pekín desconfíen de usted y le llamen de todo.
R. Los chinos deberían aceptar el caso de Tíbet, ésa es la realidad. En el siglo XXI, la soberanía nacional no es importante; lo importante es el interés común. Por eso nos interesa seguir dentro de la República Popular China.
P. Lleva décadas viajando por el mundo exponiendo la causa de Tíbet sin lograr apoyos de otros Gobiernos para su causa.
R. Excepto una visita a Bruselas y otras a Washington, no he sido recibido por líderes políticos. A mí me interesan las reuniones públicas, con intelectuales, con figuras de la sociedad civil. Ningún Gobierno puede ofrecer una verdadera solución a Tíbet.

"¡EL TIEMPO SE ACABA PARA TÍBET!
Se lo dije al Dalai Lama en 1980". Lhasang Tsering, librero en Dharamsala, habla con la pasión de quien fue guerrillero en sus años jóvenes contra la ocupación china de Tíbet y ya no atisba futuro para su pueblo. "En 1980, en un viaje a Tíbet, vi a un chino viejo vendiendo manzanas al borde del camino y me dije: '¡Estamos acabados! Si ese hombre en esas condiciones está ahí, y los chinos tienen otros cien millones de ellos para enviarnos, entonces estamos acabados".El librero, de 54 años, dice ser el primer tibetano que se negó a aceptar la Vía Intermedia de autonomía para Tíbet dentro de China que el Dalai Lama viene proponiendo a Pekín desde 1988. Mao invadió Tíbet en 1950 y ocupó progresivamente el territorio hasta que una frustrada revuelta popular antichina en marzo de 1959 acabó con el Dalai Lama en el exilio de Dharamsala.A ojos del Gran Timonel, Tíbet tenía territorio, muy poca población, una confusa historia de soberanías y confines fronterizos con las Chinas imperial y comunista, y una infinita debilidad, fruto de una estructura teocrática de poder feudal. Tampoco tenía Tíbet aliados ni presencia en el exterior. Una independencia de facto entre la I Guerra Mundial y 1950 no fue aprovechada por la aristocracia de Lhasa, reinante en nombre de un Dalai Lama menor de edad, para introducir a Tíbet en la ONU, como le ofreció Washington. "Fue un error imperdonable", se lamenta ahora el primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio, Samdong Rinpoche, un monje doctor en budismo elegido democráticamente en 2001 por los más de 100.000 tibetanos de la diáspora.Pero la ocupación no ha sido fácil. En estos 48 años, Pekín ha arrastrado penosamente hasta el siglo XXI a Tíbet, un país que prácticamente ignoraba la existencia de la rueda, al precio del aplastamiento demográfico y cultural. Los monasterios, sede del alma nacional tibetana, se encuentran sometidos a una férrea tutela de la llamada práctica patriótica. Es implacable la persecución de quienes tienen pensamiento propio. El relator especial de Naciones Unidas sobre Tortura, Manfred Nowak, habla de tortura en Tíbet. Cada año, entre 2.000 y 3.000 tibetanos escapan de la férula china hacia Dharamsala. Ngawang Randol, antigua monja, lo hizo el mes pasado tras purgar seis años de cárcel por organizar una manifestación ante el palacio de Potala en la que, junto a otras 13 personas, gritó: "¡Libertad para Tíbet! ¡Viva el Dalai Lama! ¡Tíbet para los tibetanos!". Llora al relatar su peripecia y las torturas sufridas. No sabe si volverá algún día a casa. Jayang Samten, de 15 años, superviviente de una escapada en la que los policías de fronteras mataron de un tiro el pasado mes de septiembre a otra monja, en imágenes capturadas por un equipo de televisión rumana que escalaba en la zona y que dieron la vuelta al mundo, lo tiene decidido: "No pienso volver a Tíbet".Los alrededor de seis millones de tibetanos que viven en el Gran Tíbet -el reclamado por el exilio, que con 2,5 millones de kilómetros cuadrados (cinco veces España) dobla en superficie al Tíbet real que llegó a gobernar Lhasa, que se corresponde a grandes rasgos con la Región Autónoma del Tíbet creada por Pekín en 1965- son hoy una minoría en su país. "Ya hay entre 7,5 y 8 millones de chinos en el Tíbet. Son una mayoría que no deja de crecer", dice el ministro de Exteriores, Tempa Tsering. "Con la llegada del tren a Lhasa, en julio del año pasado, desembarcan cada día unos 4.000 chinos, de los que la mitad se queda. Cada mes hay 60.000 chinos más en Tíbet".

LA RUEDA DEL DHARMA...







martes, abril 10, 2007

ENTREVISTA A SU SANTIDAD DALAI LAMA LÍDER ESPIRITUAL DE TÍBET, EN EL EXILIO :


ENTREVISTA: A SU SANTIDAD DALAI LAMA LÍDER ESPIRITUAL DE TÍBET, EN EL EXILIO :
El Dalai Lama, de 71 años, jefe espiritual del budismo tibetano y líder político de Tíbet hasta que tuvo que escapar en 1959 de la ocupación china, es la encarnación de una causa aparentemente perdida: lograr para Tíbet un genuino régimen de autogobierno democrático dentro de las fronteras de la República Popular China. Sería hacer efectivo un derecho que la Constitución china reconoce, pero que Pekín se niega a otorgar a este Nobel de la Paz de 1989 de cuyas intenciones últimas desconfía y al que exige que reconozca Tíbet y Taiwan como partes integrales de China. Pese al distanciamiento, emisarios tibetanos y de Pekín han celebrado cinco rondas negociadoras desde 2002, que la parte tibetana dice que han sido útiles.
Entrevistado en su residencia de McLeod Ganj, en la parte alta de Dharamsala, la ciudad india convertida en capital del exilio tibetano, el Dalai Lama se muestra como un hombre vitalista.
Pregunta. ¿Está Tíbet al borde de la extinción?
Respuesta. En Lhasa vivían 300.000 personas, y hoy, las dos terceras partes de la población son chinas. Con el ferrocarril [a partir de julio de 2006] llegan diariamente unas 4.000 personas, muchas de las cuales se quedan en Tíbet. Está bien que vengan turistas, pero también llegan trabajadores no cualificados que se quedan. Crece la nueva población, y los tibetanos ya son minoría en su propia tierra. En educación se insiste en enseñar el idioma chino, y a los padres se les dice que sus hijos estudien chino. La lengua tibetana se está dejando de usar. Tíbet sufre un genocidio cultural. Tíbet está en peligro de extinción.
P. Sin embargo, usted se dice optimista sobre el futuro, pese a los ataques que le dirigen las autoridades chinas.
R. A las jornadas de enseñanza sobre budismo tibetano de estos días en Dharamsala asistieron alrededor de un centenar de chinos, y en enero me reuní en el sur de India con más de 200. También me he reunido con empresarios y otras personas de la República Popular, muchas de ellas interesadas por el budismo tibetano. Hay tibetanos de Tíbet que enseñan budismo a casi un millón de chinos, incluso a jefes del partido comunista. La libertad de expresión está aumentando en China. Todo eso son señales positivas.La transformación de China producirá cambios, y el liderazgo político no puede seguir siendo el mismo indefinidamente. Al final, la actitud del pueblo será crucial.
P. ¿Cómo puede funcionar un Tíbet autónomo en el que los tibetanos son minoría?
R. El problema es que tenemos visitantes que no han sido invitados. Si su conducta es buena, no habrá problemas. Hay una agresión demográfica que nos preocupa. También nos inquieta el medio ambiente: los ríos llevan menos agua. Pero las autoridades chinas tienen planes para elevar la población de Lhasa hasta los 700.000 habitantes. Dado que no buscamos la independencia, la cultura tibetana será parte de la de China. La enriquecerá.
P. Su plan para una plena autonomía de Tíbet en China, la llamada Vía Intermedia, no parece haber hecho mella en Pekín, y suscita dudas en el propio Parlamento tibetano en el exilio.
R. Como en todo país comunista, en China hay diferencias entre las declaraciones públicas y la verdadera opinión pública. Las cosas están cambiando. Los comunistas chinos son comunistas sin ideología comunista. Yo no tengo nada contra el marxismo. Es bueno para los pobres. Pero los líderes chinos ya no se preocupan de ellos, sólo piensan en el poder y en el dinero, y así no podrán continuar indefinidamente. Por eso crece el resentimiento de la clase trabajadora. Tiene que haber cambios. También es cierto que está creciendo la frustración de los tibetanos en el exilio con la Vía Intermedia.
P. ¿Cuánto tiempo podrá contener esa frustración entre los suyos?
R. A la gente no le gustaba la idea de la Vía Intermedia. Se presentaron cuatro propuestas, hubo un año de debates y al final me pidieron que juzgara cuál era la mejor, y les dije que la Vía Intermedia. Si fracasa, habrá que volver a preguntar a la gente. Somos una democracia y el pueblo deberá pronunciarse. Todavía es pronto para decir que ha fracasado.
P. ¿Perderán los tibetanos la confianza en su liderazgo si fracasa su propuesta?
R. Yo asumí la responsabilidad política a los 16 años. Aunque era Dalai Lama, el regente controlaba la política en Tíbet. Poco a poco voy abandonando la responsabilidad política. En realidad estoy semirretirado de la política desde que en 2001 cedí la autoridad política a los políticos. Actúo ahora con un consejero importante. El Dalai Lama ya no tiene poder.
P. Hace unos días se celebró en su honor la ceremonia especial de Larga Vida porque los tibetanos temen que este año, en que usted cumple 73 según el calendario lunar tibetano, le vaya a resultar particularmente difícil. ¿Qué peligros cree que le acechan?
R. Soy budista y creo que cada acontecimiento tiene consecuencias. Pero no creo en la astrología.
P. Dijo en su intervención de acción de gracias en el templo que esperaba vivir dos décadas más para seguir luchando por la causa tibetana.
R. Sí. Es posible. Tengo buena salud y un espíritu fresco. Puedo aguantar.
P. Se dice que China espera a su muerte para dar carpetazo al conflicto. ¿Podrá hacerlo?
R. Con mi muerte se dará un paso atrás. Será un choque mental y emocional para muchos tibetanos. Pero el espíritu seguirá: la cuestión tibetana es tibetana, no del Dalai Lama. Por eso introduje la democracia y hay elecciones cada cinco años. Yo digo a los tibetanos que deben actuar como si no hubiera Dalai Lama. Deben asumir su responsabilidad. Nuestra lucha es justa y al final ganaremos.
P. A su desaparición se abrirá un periodo de incertidumbre de varios años que puede beneficiar los intereses de Pekín...
R. Tenemos un sistema de elección democrática de los dirigentes políticos que va a seguir. Todos los jefes religiosos están en el exilio en India. Aunque son bastante mayores, hay también gente joven muy cualificada en la vertiente espiritual. Si el pueblo tibetano quiere que el Dalai Lama siga, perfecto, pero la institución del Dalai Lama desaparecerá si el pueblo tibetano cree que no sirve. Llevo años diciendo que debemos volver a la tradición budista de India. Tras la muerte de Buda no hubo reencarnación y el budismo siguió bien vivo. Hubo más de mil años sin reencarnaciones. Necesitamos buenos profesores, buenos practicantes, mentes brillantes... confiar sólo en una persona es un error.
P. ¿Es debatible la reencarnación?
R. Es algo que está en el budismo y otras tradiciones antiguas: es la continuación de la vida. La reencarnación de la institución es más un sistema social. Eso cambiará.
P. ¿No hay demasiados monjes jóvenes que serían más útiles a Tíbet fuera de los templos?
R. En los monasterios pueden trabajar con tecnología. Estamos preocupados por la población, que no crece. Los monjes y las monjas deben asumir la responsabilidad de tener más hijos y dejar los votos para más tarde. Se puede ser budista laico, con mujer e hijos. Y volver al monasterio más tarde.
P. ¿Cómo se acomoda la ciencia por la que usted tanto se interesa con la reencarnación?
R. El concepto de la reencarnación viene del karma, de la ley de la causalidad, que es algo científico. Los científicos dicen que no saben. Yo les digo que eso no es cosa suya, que es una cuestión de los budistas. Los budistas tenemos algunas explicaciones, incluidas algunas experiencias. Es difícil de probar.
P. ¿De qué habla en sus entrevistas con otros líderes religiosos?
R. Siempre hablo de valores humanos de armonía religiosa. Una vez, un primer ministro de Suecia me dijo que el problema de Tíbet era asunto de su ministro de Exteriores, que él quería hablar de espiritualidad. Con Juan Pablo II, desde la primera reunión estuvimos de acuerdo en la necesidad de que hubiera plena armonía entre las religiones, que había que introducir más espiritualidad en la sociedad. También hablé alguna vez con él de Tíbet. Yo siempre digo que hay que estudiar mucho, ampliar la mente, que no es suficiente con rezar y cerrar los ojos. La religión racional sin conocimiento se convierte en religión irracional. Es una lástima.
P. En un mapa recogido a la entrada de su residencia se ve una China con su territorio reducido a la mitad, con Tíbet y Turkestán (la provincia china Xinjiang) como países independientes. No es de extrañar que en Pekín desconfíen de usted y le llamen de todo.
R. Los chinos deberían aceptar el caso de Tíbet, ésa es la realidad. En el siglo XXI, la soberanía nacional no es importante; lo importante es el interés común. Por eso nos interesa seguir dentro de la República Popular China.
P. Lleva décadas viajando por el mundo exponiendo la causa de Tíbet sin lograr apoyos de otros Gobiernos para su causa.
R. Excepto una visita a Bruselas y otras a Washington, no he sido recibido por líderes políticos. A mí me interesan las reuniones públicas, con intelectuales, con figuras de la sociedad civil. Ningún Gobierno puede ofrecer una verdadera solución a Tíbet.

"¡EL TIEMPO SE ACABA PARA TÍBET!
Se lo dije al Dalai Lama en 1980". Lhasang Tsering, librero en Dharamsala, habla con la pasión de quien fue guerrillero en sus años jóvenes contra la ocupación china de Tíbet y ya no atisba futuro para su pueblo. "En 1980, en un viaje a Tíbet, vi a un chino viejo vendiendo manzanas al borde del camino y me dije: '¡Estamos acabados! Si ese hombre en esas condiciones está ahí, y los chinos tienen otros cien millones de ellos para enviarnos, entonces estamos acabados".El librero, de 54 años, dice ser el primer tibetano que se negó a aceptar la Vía Intermedia de autonomía para Tíbet dentro de China que el Dalai Lama viene proponiendo a Pekín desde 1988. Mao invadió Tíbet en 1950 y ocupó progresivamente el territorio hasta que una frustrada revuelta popular antichina en marzo de 1959 acabó con el Dalai Lama en el exilio de Dharamsala.A ojos del Gran Timonel, Tíbet tenía territorio, muy poca población, una confusa historia de soberanías y confines fronterizos con las Chinas imperial y comunista, y una infinita debilidad, fruto de una estructura teocrática de poder feudal. Tampoco tenía Tíbet aliados ni presencia en el exterior. Una independencia de facto entre la I Guerra Mundial y 1950 no fue aprovechada por la aristocracia de Lhasa, reinante en nombre de un Dalai Lama menor de edad, para introducir a Tíbet en la ONU, como le ofreció Washington. "Fue un error imperdonable", se lamenta ahora el primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio, Samdong Rinpoche, un monje doctor en budismo elegido democráticamente en 2001 por los más de 100.000 tibetanos de la diáspora.Pero la ocupación no ha sido fácil. En estos 48 años, Pekín ha arrastrado penosamente hasta el siglo XXI a Tíbet, un país que prácticamente ignoraba la existencia de la rueda, al precio del aplastamiento demográfico y cultural. Los monasterios, sede del alma nacional tibetana, se encuentran sometidos a una férrea tutela de la llamada práctica patriótica. Es implacable la persecución de quienes tienen pensamiento propio. El relator especial de Naciones Unidas sobre Tortura, Manfred Nowak, habla de tortura en Tíbet. Cada año, entre 2.000 y 3.000 tibetanos escapan de la férula china hacia Dharamsala. Ngawang Randol, antigua monja, lo hizo el mes pasado tras purgar seis años de cárcel por organizar una manifestación ante el palacio de Potala en la que, junto a otras 13 personas, gritó: "¡Libertad para Tíbet! ¡Viva el Dalai Lama! ¡Tíbet para los tibetanos!". Llora al relatar su peripecia y las torturas sufridas. No sabe si volverá algún día a casa. Jayang Samten, de 15 años, superviviente de una escapada en la que los policías de fronteras mataron de un tiro el pasado mes de septiembre a otra monja, en imágenes capturadas por un equipo de televisión rumana que escalaba en la zona y que dieron la vuelta al mundo, lo tiene decidido: "No pienso volver a Tíbet".Los alrededor de seis millones de tibetanos que viven en el Gran Tíbet -el reclamado por el exilio, que con 2,5 millones de kilómetros cuadrados (cinco veces España) dobla en superficie al Tíbet real que llegó a gobernar Lhasa, que se corresponde a grandes rasgos con la Región Autónoma del Tíbet creada por Pekín en 1965- son hoy una minoría en su país. "Ya hay entre 7,5 y 8 millones de chinos en el Tíbet. Son una mayoría que no deja de crecer", dice el ministro de Exteriores, Tempa Tsering. "Con la llegada del tren a Lhasa, en julio del año pasado, desembarcan cada día unos 4.000 chinos, de los que la mitad se queda. Cada mes hay 60.000 chinos más en Tíbet".

miércoles, enero 03, 2007

LA AUDIENCIA NACIONAL INVESTIGARÁ EL GENOCIDIO DEL TÍBET


LA AUDIENCIA NACIONAL INVESTIGARÁ EL GENOCIDIO DEL TÍBET...
La Audiencia Nacional se ha declarado competente para investigar el supuesto genocidio perpetrado por el Gobierno chino en el Tíbet durante las décadas de los ochenta y los noventa, informaron fuentes jurídicas.
Que los hechos denunciados sean constitutivos de genocidio se sustenta en los repetidos intentos de Naciones Unidas de buscar una solución a la situación en el Tíbet, no sólo ante la invasión china, "sino ante los sucesos atentatorios contra los derechos humanos al pueblo tibetano efectuadas tras la llegada del Dalai Lama y su gobierno al exilio", indica la Sala.
Así tras una primera resolución, Naciones Unidas dictó en 1961 una nueva resolución en la que reconocía el derecho de autodeterminación del pueblo tibetano. Sin embargo, añade el tribunal, con esta resolución no cesó "el sometimiento del Tíbet y las prácticas genocidas", por lo que en 1965 se volvió a dictar una tercera resolución de similar contenido.
Otro "intento de salir de la desesperada situación por la que atravesaba el Tíbet", dice el auto, ha sido "el continuo llamamiento de gobiernos y organizaciones internacionales" como la efectuada por el Parlamento Europeo en 1989, denunciando las "excesivas" demostraciones de fuerza de la seguridad china.

Diez hechos breves sobre el Tíbet


El país del Tíbet fue invadido por China en 1949/50. Desde entonces, cerca de 1.2 millones de Tibetanos han muerto como resultado directo de la ocupación, cerca de 6,000 monasterios han sido destruidos y miles de tibetanos han sido encarcelados y torturados por sus creencias políticas o religiosas.
2. El Dalai Lama, líder político y espiritual del Tíbet, fue forzado a abandonar el país en 1959. Escapó a la India junto a unos 120,000 tibetanos y constituyó el gobierno tibetano en el exilio en Dharamsala. En 1989 fue condecorado con el Premio Nóbel de la Paz por su firme dedicación a la no-violencia.
3. El Tíbet fue independiente. Tenía un gobierno soberano, moneda propia, sistema postal, idioma, leyes y costumbres. Antes de 1950, el gobierno tibetano firmó tratados con naciones extranjeras incluyendo Gran Bretaña, Mongolia y Nepal. Mientras el gobierno chino afirma que el Tíbet "siempre" ha sido parte de China, su invasión del Tíbet se asemeja a la misma agresión imperialista de la que China acusa a otros poderes de exhibición.
4. La "Región Autónoma del Tíbet" (TAR) ni es Tíbet, ni tampoco es autónoma. El gobierno chino ha dividido históricamente en una "región" y varias "prefecturas" y "condados". La "Región Autónoma del Tíbet" (TAR) tan solo abarca el área central y algunas de las regiones orientales del verdadero Tíbet. Cerca de la mitad del territorio original del Tíbet ha sido absorbido por las provincias chinas. "Autónomo" es un eufemismo de "control directo de Pekín".
5. Hoy en día en el Tíbet las libertades básicas de expresión, religión y asociación se encuentran estrictamente limitadas y se siguen practicando arrestos arbitrarios.Acorde con los grupos de derechos humanos actualmente hay cientos de prisioneros políticos en el Tíbet, incluyendo al joven Panchen Lama, que lleva encarcelado desde los seis años de edad.La tortura de los prisioneros políticos es de lo más común.
6. La política gubernamental china de asimilación cultural y transferencia de etnia china en el Tíbet amenaza a la supervivencia de la identidad tibetana. Los colonos chinos exceden en número a los tibetanos en la mayoría de áreas urbanas y en muchas de las áreas rurales, haciendo de los tibetanos una minoría en su propio país. Entretanto, miles de tibetanos continúan escapando del Tíbet cada año, haciendo la traicionera peregrinación a través del Himalaya en el incierto mundo del exilio.
7. Históricamente Tíbet fue un país de gran extensión, cuya área era aproximadamente la de Europa occidental. En el Tíbet nacen cinco de los ríos más grandes de Asia, que permiten la vida de más de dos mil millones de personas. China ha puesto en peligro el frágil medio ambiente del Tíbet a través de la sobreexplotación minera, vertido de residuos nucleares y la vasta deforestación de grandes extensiones.
8. Aunque el gobierno chino afirma haber desarrollado el Tíbet, la mayoría de trabajos buenos benefician a los colonos chinos, no a los tibetanos. Los tibetanos tienen poco o nada que decir respecto a cómo es desarrollado su país.China ha gastado millones de dólares construyendo infraestructuras en el Tíbet, pero ha desatendido la educación y la sanidad y muchas de las carreteras, edificaciones y centrales eléctricas han sido construidas directamente apoyando la fuerte militarización del altiplano, permitiendo a China mantener el Tíbet en un estado policial.
9. China esta buscando desesperadamente inversión extranjera para su campaña "partir hacia el oeste" realizada en el Tíbet, Turkestán este y otras áreas ocupadas. China está intentando utilizar fondos internacionales para desarrollar el Tíbet como una colonia de extracción de recursos y consolidar así el control sobre la región. La inversión extranjera en compañías chinas legitima la colonización china en el Tíbet y los proyectos de explotación que ellos financian no benefician a los tibetanos.
10. La comunidad mundial ha hecho muy poco para dirigirse al meollo de la ocupación ilegal china del Tíbet. China representa un mercado gigantesco y una mano de obra barata, y sus negocios asociados tienen un fuerte grupo de presión que hace a los políticos poco dispuestos a tomar medidas substanciales contra el gobierno chino.Desde que los países occidentales adoptaron la política del llamado "compromiso constructivo" con China en los años 90, la situación de los derechos humanos en el Tíbet se ha deteriorado drásticamente. Para que esto cambie, los gobiernos del mundo deberían llevar a cabo una acción decisiva para presionar a China para que respete los derechos humanos y dé por finalizada su ocupación del Tíbet.